adj.
1) Natural del Japón. Se utiliza también como sustantivo.
2) Perteneciente o relativo a este país de Asia.
sust. masc.
Idioma japonés.
Nota ampliatoria:
El arte japonés se desarrolló en el archipiélago con características propias, hasta el momento en que sufrió la influencia china. Los primeros documentos pertenecen a la cultura del período Jomon (IV milenio - siglo IV antes de Cristo), caracterizado por un tipo de cerámica con decoraciones "a cuerda". La civilización Jomon se desarrolló en tres fases (antigua, media y tardía) a través de las cuales es posible vislumbrar el proceso de la conquista de la plasticidad: tentativas de representación humana y animal en remates de vasos y en pequeñas figuras de arcilla. Continúa el siglo III d.C, el período Yayoi, caracterizado por nuevas relaciones con la civilización Han. En este período se desarrolla el trabajo de los metales y se afirma también una cerámica cuya única decoración consiste en incisiones finas, trazos paralelos, zig-zag. Los bronces característicos de esta cultura son las campanas llamadas dohoko o dotaku de forma tronco-cónica que no tienen equivalente en el continente. En cuanto a la construcción se introduce un tipo de choza construida sobre pilastras con galerías exteriores y techo inclinado. En los siglos posteriores, durante el período Kofun se verifican notables progresos en el campo de la arquitectura funeraria, que emplea construcciones en piedra especialmente para las tumbas de cámara (misassagi) recubiertas de altos cúmulos de tierra. El sarcófago, en piedra o en terracota, aparece decorado con motivos geométricos; el mobiliario fúnebre presenta armas de hierro. Los santuarios del sintoísmo están caracterizados por una plataforma elevada y pilares que sostienen el techo fuertemente inclinado, por paredes desnudas y por una veranda perimetral. Los principales templos sintoístas están situados en lugares de gran belleza natural; el ejemplo más antiguo está representado por el complejo de templos de Ise. Con el período Asuka o Suiko (552-645), la naciente arquitectura religiosa budista sacó gran provecho de los aportes de la cultura continental. En el curso del siglo VII se construyeron templos que abandonan las formas simples de la arquitectura sintoista y acogen los modelos continentales: el conjunto mejor conservado es el de Horyu (año 607),que ofrece el ejemplo más antiguo de arquitectura en madera sobre cimientos y plataforma de piedra y de pagoda (cinco niveles de dimensiones decrecientes). La más antigua obra maestra de la estatuaria en bronce es la Triada de Sâkyamuni fundida en 623 y conservada en el Kondo del Horyuji de Nara. La época Nara que señala la afirmación definitiva del budismo, asiste a la regularización de las relaciones con China como muestran la capital Heijo-Kyo (hoy Nara). En pintura la minuciosidad narrativa tiende a suplantar las tendencias sintéticas y simbólicas, así, la sala de oro del Horyuji, pintados en el 700 presentan evidentes afinidades con las pinturas de Ajanta (India). Las estatuas de este período son de arcilla cruda o laca seca, la obra típica es el monumental Buda de bronce del Todai (749).
Nota ampliatoria:
Heian. la actual Kyoto, es decir "la capital", da su nombre a la época siguiente (794-1185, llamada también Fujiwara por el nombre de la familia aristocrática más famosa). En puro estilo japonés fueron proyectados los edificios del Palacio Imperial, mientras los dos principales monasterios de la época fueron el Kongobu (fundado en 816 en el monte Koya, prefectura de Wakayarna) y el Enryakuji (fundado en 788 cerca de Kyoto). La arquitectura sinto recibió la influencia de la budista, (Konjikido del Chusonji 1126, Hiraizumi, Iwate) y el Pabellón del Byodo-in de Uji (1053, Kyoto). En escultura, tendencias místicas prevalecen sobre las de la época de Nara y se resuelven en un estilo de aristocrático refinamiento, como en la Arnida Nyorai esculpida en el año 1053 por Jocho. En pintura la influencia china (Tang) se agota y madura una concepción figurativa de marcada originalidad: pinturas murales del Pabellón del Fénix (1053, Byodo-in Uji, Kyoto), la Muerte de Sakyamuni (1086, Kongobuji, Wakayarna). La pintura profana desarrolla un estilo decorativo estructurado geométricamente de líneas simples y de colores delicados en el cual la organización espacial y cromática está en estrecha relación con la expresión ambiental. En la arquitectura residencial hay una marcada tendencia hacia las estructuras simples; en la pintura se desarrolla el género del retrato: ejemplo el de Minamoto-no yoritomo, de Takanobu. En la escultura se imponen los nombres de Unkei y Tankei. Sobresale el trabajo en metal como demuestra la calidad de los relicarios. Durante el período Muromachi y Ashikaga (1333-1573) florece la pintura que se adhiere a la técnica china del "blanco y negro". Al estilo de estos artistas se adhirió después, y con una variante marcadamente fastuosa, la escuela Kano, que mezcla la influencia china con el cromatismo tradicional japonés. El período Momoyama (1573-1615) tiene gran importancia en la historia del Japón porque marca el encuentro con la civilización occidental: en arte se desarrolla el llamado estilo Nanban. Este estilo se manifiesta en la escultura miniaturista de tema profano. La pintura se realiza sobre puertas correderas, biombos, paneles, habitualmente con fondo de oro como mandaba la escuela Kano todavía presente. La introducción de las armas de fuego impone la construcción de edificios fortificados que representan una curiosa mezcla de elementos europeos y locales. La época siguiente, Tokugawa o Edo, va desde 1615 hasta 1868 y se caracteriza por una política de aislamiento de la civilización occidental, que tiene como consecuencia el regreso a un arte tradicional. Una importante contribución es el santuario mausoleo, el más célebre entre ellos es el Toshogu construido según formas híbridas sintobudistas. Numerosas son las escuelas de pintura, todas en constraste con el academicismo oficial del Kano; es extraordinario el desarrollo de as estampas que se inspiran en el "mundo fluctuante" de los estilos y del placer fugitivo, y que, en occidente, suscitarán la admiración y el estudio de artistas como Van Gogh y Toulouse-Lautrec. Entre los autores más importantes recordamos a Moronobu (1610-94), Sharaku, Utamaro y Hokusai. La época moderna se inicia con el gobierno de Meiji (1868) que transforma al Japón en una nación moderna. La arquitectura adopta formas y materiales ajenos a la tradición que sustituyen las estructuras de madera; la escultura en mármol y alabastro reemplaza a la de madera; en pintura se adoptan los colores al óleo.